Las opiniones de esta columna no representan las de todo el equipo de Cambio de Juego.
Italia venció apenas 2-1 a Albania.
Argentina batalló para vencer a Canadá.
Bélgica perdió con Eslovaquia.
Irán le ganó sólo 1-0 a Hong Kong.
Argelia cayó ante Mauritania.
Arabia Saudita quedó 0-0 con Tailandia.
A Croacia, Albania le empató en tiempo de compensación.
Brasil no pasó del 0-0 con Costa Rica.
Nigeria empató con Guinea Ecuatorial y apenas le ganó 1-0 a Guinea-Bisáu con un autogol.
Inglaterra no pudo abrir a Eslovenia: 0-0.
Portugal cayó 0-2 ante Georgia y luego tuvo que llegar a los penales para vencer a Eslovenia.
Japón perdió con Irak.
Egipto evitó la derrota de último minuto ante Mozambique.
Francia le ganó 1-0 a Austria con un autogol y no pudo vencer a Polonia.
Corea del Sur no pudo ganarle a Malasia.
Ghana vencía 2-0 a Mozambique al 89′ y le empataron.
Costa de Marfil perdió en casa 0-4 con Guinea Ecuatorial.
Túnez perdió con Namibia.
Catar, de local, apenas venció 1-0 a Tayikistán.
Estados Unidos perdió en casa ante Panamá.
Todos estos son resultados de la Euro, Copa América, Africana y Asiática en los últimos dos años. Como vemos, los equipos importantes de todas las confederaciones han batallado para ganar partidos e incluso han tenido tropiezos estrepitosos.
Sin embargo, por alguna razón, medios y aficionados en México quieren y esperan que El Tricolor golee siempre a los equipos de Concacaf, sobre todo a los caribeños. El pasado domingo, México enfrentó a República Dominicana en su primer partido de la Copa Oro, y en la transmisión de Televisa se la pasaron menospreciando a los dominicanos. Al final, México ganó 3-2 pero terminó el partido más incómodo de lo esperado, lo cual trajo varias críticas de quienes esperaban una goleada y al contrario, vieron cómo el Tri terminó pidiendo la hora.
Sin embargo, viendo el plantel de los dominicanos, encontramos jugadores que compiten en ligas importantes: Junior Firpo fue titular toda la temporada con el Leeds que ascendió a la Premier League; Pablo Rosario fue titular todo el año con el Nice en Francia; Juan Castillo también tuvo mucha regularidad en la Eredivisie con el RKC Waalwijk; y en Portugal, Heinz Mörschel logró el ascenso a Primera siendo titular todo el curso con el Vizela. Rival fácil no eran.
Sigue Surinam y tampoco será un flan. Tienen jugadores que esta temporada jugaron en las primeras y segundas divisiones de Alemania, Países Bajos, Inglaterra e Italia, y en las primeras divisiones de de Bélgica, Suecia, Rusia, Grecia y Dinamarca. Por alguna razón, hay gente que sigue pensando que los futbolistas caribeños todavía son amateurs o semi profesionales que tienen un empleo por las mañanas y entrenan en sus ratos libres en las tardes, y están muy equivocados.
En cuanto a los antecedentes entre México y Surinam, sólo hay tres y todos con victoria tricolor. El primero en 1977 por 8-1 en la eliminatoria mundialista, lo cual ya no es un parámetro. Los otros dos sí lo son: fueron en 2022 y 2023 por la Liga de Naciones y acabaron 2-0 y 3-0.
Visto los recientes antecedentes y el nivel ascendente que muestran los rivales, realmente no hay argumentos para pensar que México le va ganar 8-0 a Surinam. Claro, la pelota es caprichosa y puede que mañana sea uno de esos días en los que a México le sale todo bien y al rival todo mal y sí se de un marcador abultado, pero en condiciones normales, no va a ser un paseo.
También nosotros debemos bajarle dos rayitas a nuestra soberbia y pensar que a todos los caribeños vamos a golearlos como pasaba en los 70’s, 80’s y 90’s. El futbol ha cambiado, los equipos cada vez son más profesionales y las distancias se acortan. Surinam ya le dio un susto a Costa Rica: perdían 2-0, le dieron la vuelta 2-3 y sólo perdieron 4-3 con un penal en tiempo de compensación. No será fácil.

Imagen: Denis Poroy-Imagn Images
Por último, si queremos una muestra más reciente de lo difícil que es ganar y golear, en esta última Fecha FIFA, Inglaterra apenas venció 1-0 a Andorra, e Italia, cuando necesitaban una goleada, le ganó “sólo” 2-0 a Moldavia. No es fácil ganar partidos.





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